Sin duda para los emprendedores es un gran desafío pararse y seguir en el contexto de la recesión que sufre nuestro país y el mundo a raíz de la pandemia. No pocos pequeños y medianos empresarios han tenido el coraje, creatividad y empeño para mantener su emprendimiento, logrando reinventarse y adaptarse a la nueva realidad.
En momentos de crisis es cuando se develan las características que debe tener un buen emprendedor; pasión, ambición, liderazgo, iniciativa, superación, creatividad, orden y dedicación. Todo parece ser más complejo si las expectativas están puestas en exportar los propios productos y enfrentar la recesión económica, aportando con esfuerzo a la reactivación.
Si algo nos dejó claro esta crisis sanitaria y económica inesperada es la importancia de las redes y nexos en el que se desenvuelve el emprendedor, lo que puede llegar a salvar un negocio. Para exportar es necesario desarrollar un buen marketing, pero también es trascendental contar con contactos y relaciones empresariales que propicien el surgimiento de nuevas oportunidades de negocios y/o compartir información sobre las experiencias en mercados y poner el ojo donde hay reales posibilidades.
El rol de las pymes exportadoras es fundamental para nuestra economía. Los datos indican que este tipo de empresas han crecido un 17% en los últimos 8 años, en industrias, servicios, agro alimentos, productos del mar e industrias creativas. ProChile cubre sólo el 30% de las pymes exportadoras, logrando operaciones por US$ 19.632 millones, según lo reportado por el organismo.
Si consideramos el delta de empresas no clientes de ProChile podemos suponer que existen emprendedores que operan en forma independentes en el mercado internacional, pero difícilmente sería el 70% restante.
¿Por qué los emprendedores no se atreven a exportar?
Es cierto, la exportación es compleja. Pero conlleva una oportunidad de crecimiento, expansión, innovación y empleabilidad enorme. Sólo los clientes de ProChile generan 28.166 puestos de trabajo.
Las experiencias de empresas clientes de Neotrade demuestran que si se puede. Para lograrlo es fundamental tener presente dos amplios ejes de acción que se transforman en los pilares de emprendimientos exportadores: conocer el mercado y contar con una robusta red de contactos para tener acceso a información oportuna y fidedigna; y el uso de tecnología de la información, digitalización y gestión de comercio electrónico.
Estas dos dimensiones son fundamentales para el diseño de un ajustado plan de internacionalización de productos que acelere el potencial escalamiento de emprendimientos y contribuya a un adecuada gestión exportadora de Chile al mundo.